(Castellano) America la Bella
ORIGINAL LANGUAGES, 6 Jun 2011
Johan Galtung, 23 de mayo de 2011 – TRANSCEND Media Service
La realidad es ambigua, yin-yang. Hay lados claros y lados oscuros. Si tomamos por ejemplo los Estados Unidos de América: la opinión mayoritaria en el mundo parece ser que el imperio de los EE.UU. es el lado oscuro y la República el lado claro; un lugar para visitar, para vivir. Pero el taoísmo nos dice que hay yin-yang en el yin y en el yang; el imperio tiene lados más claros y la República lados más oscuros. Y en el yin y en el yang también hay yin y yang, y así sucesivamente, ad infinitum. Una medida de la madurez es la cantidad de tales niveles de análisis que uno controla. Llamar a la crítica del imperio de EE.UU. “anti-americanismo”, indica un nivel 0: EE.UU. es bueno y eso es todo; el anti-americanismo es un trastorno mental.
Y sin embargo, es posible y significativo ser anti-hitleriano sin ser anti-alemán, anti-estalinista sin ser anti-ruso, posicionarse contra el fundamentalismo y el imperialismo estadounidense, sin ser anti-americano, contra el expansionismo sionista sin ser antisemita, anti-judío o anti-israelí, anti-quislingista sin ser anti-noruego, contra el militarismo japonés, sin ser anti-japonés, sabiendo muy bien que las raíces de las patologías se pueden encontrar en la cultura profunda de lo normal, lo bueno, lo positivo.
Distinciones primarias, pero sacrificadas fácilmente en el altar de la polarización. EE.UU. es todo bueno o EE.UU. es todo malo, tertium non datur, sin tercera, cuarta, o etc., posibilidades. Aristóteles envía sus mejores deseos; ha tenido mucho éxito en esa pequeña península del continente asiático llamada “Europa” (“oscuridad” en asirio).
Pero eso plantea la pregunta: qué es tan claro, bueno, positivo en los EE.UU.; tratando de evitar reducir el término “América” a un solo país, un insulto para los latinoamericanos. Es tan insatisfactorio ser sólo positivos acerca de la República de EE.UU. como ser sólo críticos con el imperio de los EE.UU. Tiene que haber razones, el brillo y la oscuridad se deben precisar; una de forma constructiva, el otro para hacerlo aún más brillante.
Entonces, ¿qué es tan extremadamente atractivo en los EE.UU. para tanta gente? Todos tenemos nuestras respuestas. Una es la naturaleza: hay extrema belleza en muchos lugares, tal vez más a lo largo de las costas y las sierras que en las llanuras, pero éstas también tienen su encanto. Y las vallas son bajas o inexistentes, poniendo a disposición de los ojos del viajero la belleza de los jardines y de las tierras de cultivo. Pero esto también se puede encontrar en otros lugares.
¿La economía, la tierra de las oportunidades económicas, del Sueño Americano? ¿Hoy en día? Hmm… ¿El ejército, la tierra del vigor, la fuerza? ¿Hoy en día? Hmm… ¿La política, la tierra de la democracia incorrupta? Hmm… ¿Cultura, en el sentido de la excepcionalidad? Hmm… Dejemos de lado todo ésto.
Pero nos estamos acercando. Cultura en el sentido de una creatividad increíble: ciertamente sí. En el arte clásico, moderno y posmoderno; en el pop de todo tipo. Fronteras abiertas, muros reducidos. Cultura igualmente en el sentido de ciencia. La tecnología innovadora. Y añadamos un factor muy importante: el público forma parte de ello, interactúa y comparte con él los altibajos, no encierra las artes y la ciencia en nichos separados de la sociedad como marcadores del territorio de clase. Al hacerlo, los EE.UU. no sólo han creado una nueva cultura que se ha apoderado de todo el mundo, sino que ha creado la cultura de masas, no de la clase alta, el consumo de un orden mundial, como lo hicieran antes con los coches y las demás comodidades del siglo XX. En otros lugares, principalmente se limitaba al consumo de las élites.
Y sin embargo, estos patrones se encuentran ahora en todas partes, gracias en gran medida a los EE.UU. ¿Qué es lo que caracteriza, de modo específico, único, a los EE.UU.?
Es la gente, ¡estúpido! Los americanos – disculpas a América Latina – América, la bella. ¿Cómo? ¿Qué? ¿Por qué? Vamos a intentarlo.
Empezando con un hecho fundamental: con nadie en el mundo es tan fácil, no aburrido, hablar como con un americano. Abiertos, con nombres propios, sin barreras, lenguaje corporal y lenguaje verbal con encanto, contacto visual directo. Después de 14 minutos, se airean asuntos personales que en otras culturas –sin nombres-se hubieran mantenido en secreto 14 años o para siempre.
Los estadounidenses le hacen sentir a uno como en casa, como uno más. Universalistas, generosos. Pero hay más. Se trata de una conversación en dos direcciones, no sólo los extranjeros preguntando acerca de los EE.UU., sino también los estadounidenses interesados en saber de dónde viene uno y “lo que está cocinando”. Y sobre uno mismo, como persona, de una manera positiva, qué es lo que tiene que ofrecer: “Qué hay dentro de ti”. Para un posible Nuevo Comienzo en los EE.UU., un renacimiento – muy atractivo, dejando atrás el pasado y el país de procedencia, como en los tiempos de fuerte inmigración. Algo que puede funcionar y, de hecho, ya lo hace a menudo,
Por supuesto, hay clases sociales; con enormes diferencias en el poder económico, el poder de matar (a menudo completamente ilegal) y el poder de decisión. Pero no tanto en el comportamiento diario. Los estadounidenses difieren en sus viviendas, desde mansiones a roulotte, y en sus coches, pero a menudo se visten igual, comen lo mismo y comparten gustos y estilos de vida, como ir a la iglesia y lavar el coche los domingos. El baloncesto. El entrenamiento de los niños. El amor por la naturaleza, los animales salvajes, los parques nacionales. McDonald’s, KFC. Coca-Cola. Coca. Cocaína. Hablan inglés más o menos de la misma manera. Incluso los afroamericanos – esclavos, linchados, segregados – hoy en día; no como hace poco tiempo.
En todos los sentidos una sociedad sin clases, de exitosos refugiados de la isla del Mar del Norte con el labio superior rígido.
Y acostumbrados a recibir, a dar la bienvenida, a examinar a los extranjeros, millones y millones de ellos, de todos los rincones del mundo. Con capacidad para acomodar clases, naciones. Con excepciones, por temor a que, a los que tratan peor, algún día los traten a ellos, los WASP [Blancos-anglo-sajones-protestantes, ndt], de la misma manera: las Naciones Originarias, los afroamericanos, los hispanos – en referencia a los mexicanos.
Un lugar donde respirar. Donde es fácil vivir. Siempre sucediendo algo, con todo el mundo sintiéndose en el centro de los acontecimientos. Un país de entusiasmo para una larga lista (a menudo dudosa) de “sólo en América”. No es extraño que marchen en su defensa cuando la perciben amenazada. Y, sin embargo, al hacerlo, pueden eliminar su mayor activo a través del secreto, las sospechas y las medidas de la policía estatal. Recen para que no suceda.
Traducción de Candela Saiz Carrasco para Transcend Media Service.
Título original: America the Beautiful.
This article originally appeared on Transcend Media Service (TMS) on 6 Jun 2011.
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