(Castellano) Se está acabando la vida en la tierra
ORIGINAL LANGUAGES, 26 Dec 2016
Robert Burrowes | Pressenza – TRANSCEND Media Service
Durante el día en el que leas este artículo, 200 de las especies de la tierra (plantas, aves, animales, peces, anfibios, insectos y reptiles) dejarán de existir. El día siguiente, otras 200 especies desaparecerán para siempre.
La arremetida del ser humano en contra de la vida de la tierra no tiene precedentes en la historia. Hoy en día está ocurriendo la sexta extinción masiva del planeta, y está siendo provocada por el hombre. Es más, esta extinción masiva se está acelerando, y su impacto es tan inmenso que las medidas parciales que están llevando a cabo la ONU, las agencias internacionales y los gobiernos tienen un valor meramente simbólico, lo que resulta estremecedor.
El caso es que ya no solo se están extinguiendo esas especies “invisibles”, insectos, anfibios y pequeños animales de los que nunca habías escuchado y que a veces ni siquiera habían sido identificados ni nombrados por el hombre.
Estamos a punto de llevar a la extinción a algunas de las especies más icónicas del planeta. Puedes ver una galería de fotos de las especies en peligro de extinción (algunas en peligro crítico de extinción) en el artículo “Fotos que Ilustran al Hombre como Amenaza para la Vida del Planeta”:
si quieres leer más acerca de otros aspectos del peligro de extinción, puedes leer estos informes: “Informe sobre Crímenes en contra de la Vida Salvaje del Planeta: Tráfico de Especies Protegidas”:
http://www.unodc.org/documents/data-and-analysis/wildlife/World_Wildlife_Crime_Report_2016_final.pdf
Y también “Informe Planeta Vivo 2016” que incluye la frase “la estadística principal de este informe muestra que la población de animales ha disminuido, desde 1970 a 2012, en aproximadamente 58%. Es decir, la cantidad de animales ha disminuido a la mitad en 42 años”:
http://awsassets.panda.org/downloads/lpr_living_planet_report_2016.pdf
Si quieres leer acerca de lo que está sucediendo en los océanos del mundo, este informe reciente de la ONU te dará qué pensar: “Nuevo Informe de la ONU informa que la basura marina ha dañado a más de 800 especies, lo que implica gastos millonarios para muchos países”:
http://www.un.org/apps/news/story.asp?NewsID=55724#.WEdCk1yYrIV
Y, por supuesto, uno de los factores que afectan a la extinción masiva es la catástrofe climática que está tomando forma, y el pronóstico al respecto no es muy alentador. Puedes leer acerca de esto en el artículo “Lo que está Ocurriendo en el Ártico es Impactante”:
http://blogs.agu.org/wildwildscience/2016/11/24/whats-happening-arctic-astonishing/
Pero no todas las catástrofes que están sucediendo son conocidas por todo el mundo. ¿Sabías que estamos degradando la fertilidad de los suelos? Lee “Solo quedan 60 años de Agricultura si la Degradación del Suelo Continúa”:
Y, ¿sabías que ahora incluso el nitrógeno es un problema enorme? Lee “Científicos Revelan la Subestimada Amenaza del Nitrógeno”:
http://www.unep.org/newscentre/Default.aspx?DocumentID=27090&ArticleID=36316&l=en
Sin duda, la violencia militar también trae consecuencias devastadoras sobre los ecosistemas del mundo. En su lucha por dominar los recursos, destruyen la tierra, el agua y la atmósfera (sin mencionar que matan seres humanos). El artículo “El Infierno del Crudo en Irak – la Inacción del Gobierno frente al Terrorismo” no es precisamente una lectura ligera:
También puedes visitar el sitio web del Proyecto sobre los Residuos Tóxicos de la Guerra:
http://www.toxicremnantsofwar.info/
Todos y cada uno de los gastos militares tienen el objetivo de destruir. Es la única función que tienen. Y, al mismo tiempo, 2,5 mil millones de personas no tienen qué comer. Lee “Una de cada Tres Personas Sufre de Desnutrición”:
http://www.un.org/apps/news/story.asp?NewsID=55691#.WETNflyYrIV
Al leer estas palabras, algunos de ustedes quizás digan “¡Yo no tengo culpa en nada de esto!”, pero, la verdad, todos lo somos. No solamente son responsables los africanos pobres que, para sobrevivir, matan elefantes y venden sus colmillos, ni los agricultores que destruyen los suelos con venenos artificiales, ni los soldados que destruyen y matan ni las personas que trabajan para empresas que, de una u otra manera, expulsan a campesinos de su propia tierra.
Los responsables también somos las personas “normales” que pagamos impuestos (que se usan para gastos militares), consumimos muchos más recursos que lo que nos correspondería y participamos en un sistema global de violencia y explotación manejado por la elite mundial.
Quizás me pregunten “¿Por qué dices eso?”
Porque la causa principal de la extinción masiva que estamos provocando no es que algunas personas cacen a cierta especie al grado de extinguirla, aunque sin duda esto es terrible, sino que, principalmente, las causas son dos: que, en nuestro afán interminable por utilizar más y más lugares no civilizados, ya sea para usos residenciales, comerciales, mineros, agricultores o militares, destruyamos sistemáticamente los hábitats de los animales (bosques, praderas, humedales, manglares, pantanos…), y por otro lado que destruyamos los flujos de agua y los hábitats del océano al arrojar ahí los elementos radioactivos, el dióxido de carbono, los cientos de distintos venenos y contaminantes químicos y el plástico.
Y, ¿saben qué es lo que provoca que destruyamos los hábitats de la tierra y el océano? Nuestra demanda de productos, los cuales son producidos utilizando estos hábitats y los recursos que extraen de ellos. Los productos más básicos como los alimentos y la ropa se producen en terrenos agricultores, que a veces se construyen destruyendo la selva o apoderándose de sectores del océano si ya eliminaron la población de peces al pescar sin mesura. Al utilizar estos recursos ignoramos lo que la tierra, los océanos y los flujos de agua necesitan para regenerarse adecuadamente en el tiempo.
También somos cómplices, casi siempre sin cuestionarlo, en la distribución desigual de los recursos, que provoca que algunas personas empobrecidas tomen medidas desesperadas para poder sobrevivir, tales como cultivar en terrenos marginales o matar animales salvajes en peligro de extinción.
Así que no te relajes esperando a que un milagro de la ONU, las agencias internacionales o los gobiernos solucionen este problema. Sería imposible, por la sencilla razón de que estas organizaciones operan dentro del paradigma en el que estamos, que prioriza las ganancias de las empresas y la violencia militar antes que la igualdad humana y la sustentabilidad ecológica.
Aunque haya muchos discursos que digan lo contrario, fomentan el consumo excesivo de las sociedades industrializadas y la distribución desigual de la riqueza, precisamente porque los que resultan beneficiados son los que controlan estas organizaciones, agencias y gobiernos: las elites de las empresas, que no son capaces de ver el daño que provoca llevar al medioambiente hasta el límite. Para saber más detalles puedes leer el artículo “La Elite Global está Loca”:
http://www.scoop.co.nz/stories/PO1402/S00056/the-global-elite-is-insane.htm
Si quieres comenzar a actuar para enfrentar este desafío, el más difícil que el hombre ha enfrentado: evitar nuestra propia extinción aprendiendo a vivir en armonía con nuestra biósfera y en igualdad entre humanos, te insto a hacerte responsable de tus actos.
Puedes tomar algunas decisiones que pueden ser difíciles, pero que son muy valiosas: ser vegano o vegetariano, comprar o cultivar solo alimentos orgánicos o biodinámicos, y negarte absolutamente a ser cómplice en el uso de químicos tóxicos, a conducir un auto y a viajar en avión.
Pero si quieres hacer un cambio más integrado con el sistema, la manera más poderosa de hacerlo es reducir sistemáticamente tu consumo de productos, y aumentar tu auto-sustentabilidad. Anita McKone y yo redactamos una estrategia para ser auto-sustentable en 15 años en el proyecto “Proyecto El Árbol de Llamas, para Salvar la Vida en la Tierra”: http://tinyurl.com/flametree
También puedes firmar la petición en línea del “Estatuto de la Gente para Crear un Mundo No Violento”, que obviamente incluye la no violencia en contra de las demás especies:
http://thepeoplesnonviolencecharter.wordpress.com
Una de las tragedias poco conocidas de la existencia humana moderna es que nos han hecho creer que no somos personalmente responsables de nada. Puedes leer acerca de esto en el artículo “La Ilusión de No Ser Responsable”: http://www.pressenza.com/2016/07/delusion-not-responsible/
Para leer una explicación más completa, puedes leer “¿Por qué hay violencia?” http://tinyurl.com/whyviolence y ‘Sicología sin miedo y Sicología Temerosa: Principios y Práctica” http://anitamckone.wordpress.com/articles-2/fearless-and-fearful-psychology/ Muy pocas personas sienten que tienen el poder suficiente como para hacer una diferencia en el mundo, aunque todos lo tenemos.
Y, cada vez que decides no hacer nada y dejarle el problema a alguien más, das un ejemplo de porqué nadie hace nada al respecto.
La extinción se avecina. ¿Qué vas a hacer?
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Robert Burrowes, Ph.D. es miembro de la Red TRANSCEND para la Paz, el Desarrollo y el Medio Ambiente y tiene un compromiso de vida para entender y poner fin a la violencia humana. Se ha realizado una amplia investigación desde 1966 en un esfuerzo para entender por qué los seres humanos son violentos y ha sido un activista por la noviolencia desde 1981. Es autor de Why Violence? Websites: (Charter) (Flame Tree Project) (Songs of Nonviolence) (Nonviolent Campaign Strategy) (Nonviolent Defense/Liberation Strategy) (http://robertjburrowes.wordpress.com) Email: flametree@riseup.net
Este artículo también está disponible en Inglés. Traducido por Emilio Stanton.
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