(Castellano) Pedagogía de la Catástrofe – Apocatástasis

ORIGINAL LANGUAGES, 11 Mar 2013

Stefano Caserini & Enrico Euli - TRANSCEND Media Service

Apocatástasis

“Lo importante es…terminar.”
— Mina

Desde la antigüedad, en la palabra catástrofe, existen dos significados que están relacionados entre sí: la destrucción y el fin último (que coincide con lo que comúnmente, y en el último libro de la Biblia, se llama Apocalipsis) y de cambio, transformación radical, posibilidad de nuevos desarrollos.

Esta ambivalencia está también presente en la profecía maya, fantasiosa pero muy famosa, sobre el 21 de diciembre de 2012, que algunos dicen que podría llevar hasta el fin del mundo y otros  la relacionan con cambios  capaces de iniciar un período de paz mundial y de evolución espiritual profunda.

Para definir mejor esta doble función, Orígenes, el padre de la Iglesia (como en otros casos, sospechoso de herejía), en el 3er siglo d.C., tal vez cansado de esperar el apocalipsis y el retorno del Mesías, comenzó a hablar de apocatástasis, es decir, una catástrofe que restaura, al final del tiempo, para crear y regenerar nuevas formas. En la interpretación de Orígenes, la apocatástasis es un final penúltimo, un momento de finalización que no termina hasta el final.

Una catástrofe ambigua, casi invisible e imperceptible, en el que la degeneración-regeneración es lenta y gradual en las formas, por lo menos para nuestra percepción. Un proceso constante peyorativo, una enfermedad degenerativa que progresivamente conquista el espacio hasta la victoria: no hay apocalipsis con un colapso repentino, sino una catástrofe en cámara lenta.

El peligro de la apocatástasis puede ser bien ilustrado a través del cuento de la rana hervida de Gregory Bateson, hecho famoso por Al Gore, con un dibujo animado en la película “Una verdad incómoda”: la rana sumergida en agua caliente sigue saltando, sin darse cuenta del calentamiento, hasta que sea demasiado tarde, hasta que está demasiado debilitada para salir de la olla, de un agua tan caliente que nunca hubiera entrado.

La apocatástasis opera en nuestra vida diaria. Nos permite seguir sobreviviendo, de esconder fallos, agitarnos y no deprimirnos.

Es más soportable, en un primer momento, de la Apocalipsis, pero sus efectos no son menos peligrosos.

Cómo el perro danzante en una página de Felipe de Pisis citado por Valerio Magrelli:

“En la cueva campana, se lee, un guardia presenta todos los días a su perro delante de los turistas. Lo mandaba a respirar los humos de dióxido de carbono, hasta que, después de haber bailado borracho en sus patas, el animal caya al suelo de golpe. “

Para profundizar:

Belpoliti M. (2005), Crolli, Einaudi, Torino

Blumenberg H. (2001), Naufragio con spettatore, Il Mulino, Bologna

De Martino E. (1977), La fine del mondo. Contributo all’analisi delle apocalissi culturali, Einaudi, Torino

Hosle V. (1992), Filosofia della crisi ecologica, Einaudi, Torino

Killjoy M. (2008), Guida steampunk all’apocalisse, Agenzia X, Milano

Magrelli V. (2011) Il sessantotto realizzato da Mediaset. Einaudi, Torino.

Tagliapietra A. (2010), Icone della fine. Immagini apocalittiche, filmografie, miti, Il Mulino, Bologna

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Catástrofe, colapso, quiebra, rescate: palabras que cada día nos repiten los medios informativos. ¿Lo hacen sólo para llamar la atención, puesto que nada vende mejor que el miedo? ¿O tal vez es que algo falla en el relato de nuestro “imparable progreso”?

Este libro es un kit de supervivencia —tan brillante en la escritura como sombrío en los contenidos— para no perder la orientación en medio de la profunda crisis que vivimos y para podernos explicar el presente. Conscientes que las señales del clima que cambía y las crisis financieras recurrentes son los primeros indicios de una catástrofe que ya ha empezado, aunque tal vez no asumida, rechazada a causa del miedo o de las inercias, pero no por eso menos real.

Una “pedagogía de las catástrofes” que nos ayude para asumir una actitud de mayor resiliencia y eficacia práctica. Un glosario para rastrear las palabras clave del presente, desde Apocalipsis hasta Ziga-zaga, y para mirar hacia el futuro, intentando imaginar lo que vendrá después, lo nuevo. Con un epílogo de Luca Mercalli.

Stefano Caserini es un estudioso de clima y contaminación, y es docente de Mitigación de los Cambios Climáticos al Politécnico de Milán. Es fundador del blog www.climalteranti.it.  Autor de artículos y libros, entre otros “A qualcuno piace caldo” (Ed. Ambiente).

Enrico Euli es investigador y profesor de Metodologías del Juego a la Universidad de Cagliari (Cerdeña). Sigue (y es perseguido por) las catástrofes, por lo menos desde la publicación de uno de los libros del que es autor: “Casca il mondo” (Ed. La Meridiana).

This article originally appeared on Transcend Media Service (TMS) on 11 Mar 2013.

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